Las 3 razones por las que deberías usar pañales de tela también en verano

Ya hemos hablado en varias ocasiones de las ventajas de usar pañales de tela, que actualmente no tienen nada que ver con aquellos picos que nuestras abuelas tenían que frotar y refrotar a mano…

Hoy queremos animarte a probar estos pañales ahora que el buen tiempo aún nos acompaña, porque estamos en la época perfecta para usarlos. ¡Y te vamos a explicar por qué! Continuar leyendo «Las 3 razones por las que deberías usar pañales de tela también en verano»

La guía definitiva de los pañales de tela

Algunas personas aún piensan en los pañales de tela como aquel sistema poco práctico de nuestras abuelas, que pasaban el día lavando picos y gasas a mano. Pero nada más lejos de la realidad actual.

El mercado en España ha evolucionado enormemente. Tanto, que a veces es complicado aclararse. Por eso ¡vamos a ayudarte a diferenciarlos de una vez por todas! Continuar leyendo «La guía definitiva de los pañales de tela»

Crianza, respeto y trabajo

El protagonista de la jornada de hoy hay sido el bebé de Carolina Bescansa, Diego, que ha estado presente  en la primera sesión de la XI legislatura. Y este hecho nos lleva directamente al tema que queremos abordar; crianza, respeto y trabajo.
bescansa bebe parlamentoLa polémica está servida con este gesto. Bescansa no ha dudado en poner a su hijo en frente de las cámaras, tanto del Congreso, como de algún programa de TV para reinvindicar la necesidad de conciliar vida laboral y familiar.

Y en eso estamos de acuerdo. Esa necesidad existe. Pero ¿realmente el gesto de llevar a tu hijo al trabajo refleja una necesidad real de nuestros hijos?, ¿la presencia de un bebé en un entorno hostil como puede ser el Congreso, o una oficina, o un trabajo de cualquier tipo facilita una crianza respetuosa?, ¿poner delante de los focos, cámaras y todo un mar de políticos realmente beneficia la causa?, ¿nuestros políticos, y políticas, no tienen más recursos para luchar por la conciliación laboral?

Un permiso de maternidad más largo, de 6 meses a un año, para garantizar el mínimo de lactancia exclusiva que la OMS recomienda. Un permiso paterno más largo. Ayudas a las empresas con trabajadoras acogidas al permiso de maternidad o de lactancia. Conversión en años de cotización de la maternidad (en Francia cada hijo cotiza casi dos años a la hora de cobrar la pensión). Esas son medidas que pueden ayudar a la conciliación. A que la mujer pierda “el miedo a la maternidad”. El miedo a no poder recuperar su carrera, a no progresar, a que otra más joven la adelante. Porque no lo olvidemos. Esa es la gran presión de una mujer, que no la de un hombre, a la hora de ser madre. “Cuando las cosas estén mejor en el trabajo”, “cuando me hagan fija”, “cuando me den el puesto que estoy esperando”. Son frases que muchas mujeres dicen cuando les preguntan sobre la cuestión. El trabajo. Siempre lo mismo. La necesidad de llevar un sueldo a casa.

Una vez tenido ese bebé tenemos 16 semanas de baja. Casi ni 4 meses. Y un bebé que entra a la guardería a los 4 meses es un bebé abocado a una baja por enfermedad en poco más de un mes. Y esa madre de nuevo empieza el calvario de pedir permisos o, lo que es peor, de buscar a alguien que le ayude si no tiene la suerte de tener una madre o suegra que le pueda ayudar. Un bebé que a los 4 meses entra en la guardería es un bebé que no va a cumplir sus 6 meses de lactancia exclusiva en la mayoría de los casos, tal y como aconseja la OMS. Y eso irá en detrimento de su salud.

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Poner a un bebé delante de las cámaras, pixelado o no, es un acto que trata de ser reivindicativo pero que tiene sus consecuencias. Su madre elige y decide por el. Es una imagen impactante, da que hablar, pero no se debe quedar en esto. Debemos conseguir una conciliación efectiva entre trabajo y maternidad. Ya hay ejemplos en otros países, sobre todo los nórdicos, o Canadá, de conciliación exitosa.

 

Y antes de acabar este post, durante una cordial discusión, alguien me argüía, ofendida por los comentarios contra la acción de Bescansa, que estaba harta del discurso de la crianza respetuosa, que ella era de la generación del biberón y se sentía muy unida a su madre, que no entendía por qué era mejor la teta ni esa obsesión de la mujer por “regresar al hogar”, a lo que yo le he contestado. No te equivoques, igual de cansada estoy yo de oír como principal argumento contra la crianza respetuosa que es un regreso al hogar, como tú lo estás de oírnos a las que la defendemos. La diferencia de ambas posturas es clara. Las propias madres somos el mayor enemigo para las otras madres. Madre e hijo son importantes y fundamentales. Si la madre no estás satisfecha, feliz, no podrá criar de manera “natural” a su hijo. El error es ir unos contra otros. Se pueden defender los derechos de la mujer y los del niño, pero sin hacer un circo. Información y formación, esas son las claves de una crianza responsable.

La crianza respetuosa no es un regreso al hogar, es permitir a las familias criar a sus hijos respetando los tiempos biológicos y naturales del desarrollo de un bebé, de una madre y de un padre. ¿Por qué las madres debes renunciar a  nuestra carrera profesional  o a criar a nuestros hijos con calma y respeto?, ¿por qué renunciar?, ¿por qué no conciliar?

Aplaudimos cualquier acción que trate de defender la conciliación familiar pero nos gustaría ver un enfoque diferente. Ver leyes aprobadas como el permiso de maternidad más largo, como la lactancia defendida en cualquier empresa y lugar, como campañas pro lactancia y pro crianza respetuosa.

Crianza, respeto y trabajo deben ser siempre conceptos unidos. Unidos por el bien de nuestros hijos y de nuestra sociedad. Y esperamos ver ese cambio pronto.