Cuando llegamos a la playa, el gesto más habitual que se repite en todas las toallas es el de extender crema solar sobre nuestra piel y de la de nuestros hijos.
Las múltiples campañas para prevenir el cáncer nos han concienciado hasta tal punto que ya nadie duda de la eficacia de los protectores solares para evitar problemas mayores.
Pero, ¿sabías que ese inocente gesto podría no serlo tanto?
Pues no lo es porque todo lo que ponemos en nuestro cuerpo termina en el agua del mar y los ingredientes de las cremas solares son devastadores para los habitantes de los océanos.
El problema es que las cremas solares convencionales se mantienen en la superficie de los mares e impiden que los rayos de sol entren en el agua.
Esto pone en riesgo la supervivencia de la flora acuática que, a su vez, es fuente de alimento de la fauna.
Hawaii y la Riviera Maya ya han tomado medidas
El asunto es tan serio que en algunos lugares están tomando cartas en el asunto con el fin de proteger los mares.
En mayo del pasado año, el parlamento de Hawaii aprobó un proyecto de ley que prohibía la venta de productos que tuviesen entre sus ingredientes oxibenzona y octilmetroxicinamato, dos químicos habituales en las cremas solares y con efectos dañinos significativos en el medioambiente marino.
Otros lugares como la Riviera Maya, en México, también han optado por la prohibición de estos compuestos.
Pese a que son noticias alentadoras, todo parece indicar (ojalá me equivoque) que el veto a estos compuestos va a tardar en llegar a nuestro entorno.
La industria cosmética es muy potente y, salvo contadas excepciones, no destacan por su conciencia ecológica.
Así que no queda más remedio que ser responsable individualmente porque grano a grano se consiguen grandes objetivos
¿Qué puedo hacer para cuidar el mar?
Actualmente y por fortuna, existen cremas ecológicas con filtros minerales libres de ingredientes polémicos que además de cuidar nuestra salud, son respetuosos con el medio ambiente.
Así es: la mejor opción para nosotros lo es también para el planeta.
La clave está en la utilización de filtros minerales.
Los más utilizados son el óxido de titanio y el óxido de zinc. Actúan a modo de pantalla, reflejando la luz y tienen la ventaja de desaparecer rápidamente de la superficie del agua.
En cambio, los filtros químicos, usados en los protectores solares convencionales, absorben la luz y lo que hacen es disipar esa energía en forma de calor.
Estos filtros tienen aceites químicos que permanecen en el agua durante mucho tiempo. Los organismos vivos marinos los filtran y asimilan lo que, con el paso del tiempo, está demostrado que les provoca varias patologías.
Es importante destacar que para que un producto sea biodegradable tanto su filtro solar como el resto de la composición deben serlo.
Es decir, si contiene filtros minerales pero el resto de los ingredientes no son biodegradables no vale.
Para no caer en la trampa, existen las certificaciones ECO y BIO, unas ecoetiquetas que son las que determinan si un producto es orgánico o no.
¿Son igual de eficaces las cremas solares tradicionales y las biodegradables?
La respuesta es sí, pero con un matiz.
El factor de protección de las cremas ecológicas suele ser menor, aunque no siempre es así. Esto no significa que sean menos eficaces, tienen el factor que dicen tener. Es decir, si la crema pone que tiene un factor de protección 30, ese es su factor real.
Por cierto ¿sabes lo que indica el factor de protección?
El factor de protección indica el tiempo durante el que el protector solar está protegiendo tu piel antes de llegar a quemarte.
Es decir, una crema factor 50 no protege más que una factor 30, sino durante más tiempo (antes de tener que volver a aplicártela para mantener tu piel protegida).
La parte positiva es que al ser el FPS de las cremas biodegradables, normalmente, menor que el de las cremas tradicionales, nos empuja a ser más responsables con nuestra exposición al sol. Por ejemplo, evitando o minimizando las horas en las que el sol es más intenso y repitiendo la aplicación de la crema con mayor frecuencia.
¿Dónde puedo encontrar cremas solares biodegradables?
Este tipo de protectores suelen estar disponibles en farmacias y tiendas especializadas como la nuestra.
En Granujas apostamos por la marca Alphanova, la línea de protección solar ecológica más amplia del mercado.
Está compuesta por cremas para adultos y niños con diferentes factores de protección y distintas texturas así como lociones para después del sol.
Los productos nutren, regeneran e hidratan la piel al tiempo que son biodegradables, sin filtros químicos y sin nanopartículas. Es decir, cumplen a la perfección el objetivo de proteger la piel del sol pero sin contaminar, respetando de esta manera la fauna y flora marina.
Son, por tanto, una excelente opción para disfrutar del sol de la mejor manera posible.
Porque hay que dejar claro que el sol no es malo.
De hecho, es imprescindible para la supervivencia del planeta. El problema es cuando hacemos un uso inadecuado del él, lo que puede acarrear consecuencias negativas para nuestra salud.
Como siempre decimos, las pequeñas decisiones que tomamos a diario tienen un gran impacto en nuestra vida y en el planeta. El cambio nace en cada uno de nosotros.
¿Y tú? ¿Eres responsable con tu salud y la del planeta?
¿Has probado los protectores solares biodegradables?
Si ya los conoces, cuéntanos tu experiencia y si no, ¡anímate y colabora con el cuidado del medio ambiente!
Debe estar conectado para enviar un comentario.