Ahora que tu peque ya es un poco más grande… ¿cuántas veces te has visto subiéndole en la cadera para ver cómo cocinas? ¿O para que se lave los dientes contigo?
O incluso ¿en cuántas ocasiones tu hijo ha construido su propio “andamiaje” de sillas, cajas y peluches para llegar a ver lo que hacías?
Con tu consiguiente nivel de estrés por si se cae, claro…
Estas situaciones son el pan nuestro de cada día en cualquier familia con un toddler.
Como te explico en el post Cómo elegir el juguete perfecto según la edad, en torno a los 2 años los niños comienzan con el juego simbólico, y también empiezan a interesarse (y a imitar) las actividades que se desarrollan en su entorno:
- Ponen productos en el carrito de la compra cuando los llevas al súper.
- Meten las manos en lo que estás cocinando.
- Te imitan mientras te maquillas, te lavas los dientes o se afeita papá.
Te suenan estos momentos ¿verdad?
Tenerle en brazos no es siempre seguro, y cuando ya va pesando más, tampoco es cómodo.
Aunque sigas porteando, hay actividades en las que en constante sube-y-baja del peque no te permite hacer tus actividades con comodidad y en el tiempo que tienes para hacerlas.
Lo ideal sería tener un “algo” en el que el niño pudiera subirse y bajarse solo (mientras tú vigilas, claro), con seguridad ¿no te parece?
Pues para eso existen las torres de aprendizaje Montessori. ☺️
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