Cuando el bebé está a punto de nacer, solemos tener todo preparado para cuidarle: hemos pensado cómo alimentarle, dónde dormirá, tenemos su ropa preparada…
Pero hay otra parte de la ecuación que se suele descuidar y esa es la mamá, que también acaba de nacer y necesita tantos cuidados como su hijo.
Sea la primera vez o la quinta, tener un hijo es una experiencia vital maravillosa y muy intensa. Pero también, no nos engañemos, es un momento muy cansado tanto a nivel físico como emocional.
Por eso, es fundamental que planeemos también los cuidados que recibirá la mamá en el postparto, porque su bienestar es indispensable para que el bebé también esté bien.
1️⃣ Si eres la mamá
Tu cuerpo ha cambiado en los últimos 9 meses, pero aún te quedan más cambios por lo que pasar. Debes cuidarte para poder cuidar. 🙂
✅ Cuidados de la madre a nivel físico
Hablamos de cuidados básicos tras un parto sin complicaciones. Si necesitas algún cuidado específico, tu matrona te lo indicará.
- Extrema la higiene de tus genitales: los días inmediatamente después del parto tu cuerpo necesita eliminar los restos de sangre y tejido que quedan en el útero después del embarazo. Esto son los loquios.
Lávate con cuidado y seca con suavidad todas las veces que necesites cada día, hasta que terminen. - Duerme siempre que puedas: sin dormir vas a sentirte fatal, te lo aseguro. El mejor momento suele ser cuando también duerme tu bebé. Olvídate de horarios, tu bebé no los entiende y realmente ¿tienes algo mejor que hacer que ocuparte de él?
Las 11 de la mañana son una hora estupenda para echarse una siesta, no lo dudes; porque tal vez a las 3 de la mañana estés de paseo por el pasillo…
- Atenta a la subida de la leche: puede tardar entre 2 y 5 días después del nacimiento y los pechos se hinchan, están calientes y pueden doler. El mejor remedio es amamantar a tu pequeño, eso aliviará la subida y evitará que llegues a tener ingurgitación.
Las molestias leves se alivian con un automasaje del pecho, suavemente, en dirección al pezón. Si estas molestias empiezan a agravarse, vete a ver a tu matrona o a una asesora de lactancia.
- Cuida tu alimentación: como en cualquier otro momento de tu vida, pero teniendo claro que la comida es tu fuente de energía para enfrentar esta etapa tan exigente a nivel físico. Además, si das el pecho, tu bebé recibirá los nutrientes a través de tu leche.
- Empieza a cuidarte y hacer ejercicio en cuanto estés preparada: hemos hablado antes de los ejercicios de Kegel y los hipopresivos. Valora tu estado físico antes de comenzar, pero por lo general, entre 2 y 3 meses después de dar a luz estarás lista para hacerlo.
✅ Cuidados de la madre a nivel emocional
En general, después del parto, se producen grandes cambios a nivel emocional y en las prioridades a corto y medio plazo.
Para la mamá es una etapa complicada a nivel personal, porque además del cansancio, la inseguridad y los miedos, se suma la presión social por “volver a estar bien” y seguir siendo guapa, exitosa, trabajadora, estar de buen humor y además, ser tremendamente feliz por haber tenido un hijo.
Y la realidad es que mantener ese nivel es imposible.
En los talleres y en la tienda trato con mamás recientes y hay un sentimiento generalizado, sobre todo en las primerizas: oigo muchas veces “Pensaba que era más fácil, y no lo es”.
Otras cosas que me han dicho:
- Es un poco agobiante que haya alguien que dependa tan completamente de ti a todas horas.
- Creí que todo iba a ser amor y felicidad, pero es duro y cansado y a veces me siento mal por no ser feliz.
- Estoy cansada todo el tiempo y me siento fatal, me veo horrible y no tengo ganas de nada.
No te culpes por tener estos sentimientos: es completamente normal tener momentos en los que te sientas sobrepasada.
Intenta mantener la calma y por supuesto: llora todo lo que necesites, que limpiar está muy bien y alivia mucho.
El aumento de los niveles de oxitocina asociados a la lactancia materna provoca que estés muy centrada en tu cría y desatiendas el resto del entorno. Suele pasar (y no es nada preocupante) que pierdas –temporalmente- el interés en actividades que antes sí te llamaban la atención.
Es esa fase del “enamoramiento de tu bebé”, en la que te resulta impensable separarte e incluso puede ponerte nerviosa que otras personas lo tomen en brazos.
Es transitoria y con una duración variable. Así que mi consejo es: ¡disfrútala mientras dure!
Aunque no te lo creas ahora, volverás a “ser tú”.
2️⃣ Si eres la pareja de la mamá
El papel de la pareja es esencial para mantener la serenidad en el hogar del recién nacido.
Está muy bien que quieras tener “tu sitio”, pero vamos a dejar claro el punto de partida: biológicamente, el bebé necesita y va a querer estar con su madre. No es egoísmo, no es manipulación. Es un hecho.
No te lo tomes como algo personal ni pienses que te están excluyendo. Construir ese entorno cómodo y apacible para tu familia puede ser muy gratificante y os ayudará a disfrutar más de vuestro bebé a todos.
✅ Dar “soporte” a la mamá
Una mujer que acaba de tener un hijo está feliz, pero agotada. Posiblemente tenga tantos miedos como tú, seguro que más. Pero además, está pasando por un montón de cambios físicos nada fáciles de llevar.
A eso, súmale los subidones de hormonas que la van a tener en un vaivén emocional.
Paciencia, cariño y mucha empatía. La calma es el aliado perfecto para las primeras semanas.
✅ Filtrar las visitas
Este es el gran caballo de batalla de los primeros días de vida de un recién nacido.
Más adelante te doy unos consejos para las visitas, basados en los comentarios de tantas y tantas familias con las que he tratado en los últimos años.
Porque a pesar de que es un momento maravilloso que te puede apetecer compartir, no es obligatorio “cumplir las normas sociales”.
El momento exacto será cuando toda la familia estéis preparados y dispuestos a “compartiros” con los demás.
Te cuento trucos que han puesto en marcha otras familias:
- No avisar de que mamá se ha puesto de parto: es un momento íntimo; vosotros decidís si queréis compartirlo o no.
El punto a favor es que estaréis mucho más tranquilos sin gente preguntando cada minuto: “¿ya?” - Aprovechar las tecnologías: por ejemplo, crea una lista de difusión en Whatsapp y envía un mensaje (con la foto del peque, claro), del tipo:Hola, soy –el nombre de tu bebé- y nací el pasado día XXXX. Mamá y yo estamos genial, pero necesitamos un poco tiempo para acostumbrarnos a esta nueva situación. Cuando todo esté un poco más organizado, te avisaremos para que vengas a visitarnos. ¡Gracias por estar pendiente!
Cuando estéis listos para recibir visitas, solo tienes que enviar un segundo mensaje y listo. 😉 - Acordar los límites durante el embarazo: se trata de tener claro antes cosas como quién va a tener acceso libre a vosotros (¿las abuelas, tu hermana…?), si permitiréis visitas a la hora del baño, del cambio de pañal o de la toma, si vais a “invitar” a tomar algo o no…Si lo habéis negociado de antemano, será más fácil mantenerlo y preservar la tranquilidad de la familia cuando más lo necesitéis.
✅ Encargarte del papeleo
El nacimiento del bebé trae consigo, además, una serie de obligaciones administrativas. La mamá estará bastante ocupada, así que es una tarea perfecta para la pareja. Te resumo los trámites imprescindibles:
- Inscripción de nacimiento: es obligatorio y debe hacerlo el padre o tutor en las 72 horas después del nacimiento en el Registro Civil.
- Solicitar el certificado de nacimiento: también en el Registro Civil, puedes hacerlo al mismo tiempo que la inscripción.
- Empadronar al bebé: si el Registro Civil no lo hace de modo automático, debes solicitarlo en el Ayuntamiento.
- Inscribir al recién nacido en la Seguridad Social: en alguna oficina del INSS (con cita previa) o de modo telemático.
- Solicitud de la tarjeta sanitaria: se pide en el centro de salud y, de paso, te darán la primera cita con su pediatra.
Estos son los trámites imprescindibles, pero puedes encargarte también de la baja por maternidad, la baja por paternidad y las deducciones por maternidad.
Por cierto, si el bebé nace en un hospital, pregunta directamente, porque muchos trámites ya se hacen desde allí directamente.
3️⃣ Si vas a hacer una visita a un recién nacido
El consejo fundamental es que nunca, nunca, nunca, te presentes sin avisar en casa de un recién nacido. Y tampoco te molestes si preguntas y te piden que no vayas.
✅ Haz visitas breves
No es el momento de socializar, ni “de paso que estamos, enséñame la casa”. Vas a conocer al niño y a interesarte por el estado de la mamá.
Aunque lo hagas con toda la buena intención del mundo, prolongar una visita más allá de 20 o 30 minutos puede incomodar a la familia (aunque no lo verbalicen).
Date cuenta de que los primeros días son de adaptación para todos y hay momentos que pertenecen, por derecho, a la intimidad de los nuevos papás.
Y por supuesto, si se empieza a acumular gente, se elegante y retírate si has llegado antes.
✅ Lleva regalos útiles
Los bombones y las flores son un detalle, sí, pero no aportan mucho a la nueva familia. Mejor ayúdales a mantener un ritmo de vida organizado que les permita sentirse un poco liberados de obligaciones, te aseguro que los primeros días resulta difícil mantener una “vida normal”.
Dependiendo del nivel de confianza que tengas, puedes:
- Llevar comida hecha para varios días.
- Presentarte con la compra.
- Regalar pañales (¡de tela, claro!) o un portabebés.
- Encargarte de cuidar al hermano mayor, si lo hay.
- Poner la lavadora y doblar la ropa.
- Sacar la basura cuando te vayas.
- Obsequiar a los papás con una asesoría de maternidad, lactancia o porteo que les resuelva las dudas que tengan sobre estos temas.
- Regalar a la mamá una sesión con un fisioterapeuta especializado en bebés y suelo pélvico, para cuando esté preparada.
¿Te parecen frivolidades? Pregunta a las mamás que haya en tu entorno qué es lo que más hubieran valorado esos días y cuéntamelo luego. 😉
✅ Prepárate para la visita
Ten en cuenta que lo más importante es que el bebé y su madre estén bien, tranquilos y a gusto. Que tú tengas ganas de coger al niño en brazos, lo siento, pero es secundario por completo. Literalmente, tienes toda una vida para conocer mejor al bebé, pero para ellos los primeros días son básicos.
Aspectos básicos que debes tener en cuenta:
- Cuidado con el olor: mamá y bebé están aprendiendo a reconocerse por su olor, por eso los recién nacidos y las mujeres puérperas son muy sensibles a los olores; no vayas a visitarle con un perfume fuerte o inmediatamente después de haber fumado.
Los olores intensos pueden incomodar al bebé y ponerle en un estado de agitación que os incomodará a todos.
- ¿Estás bien para visitarles? Retrasa tu visita si estás enfermo: un simple resfriado puede ser un riesgo para el bebé y acabar ingresado en neonatos.
- Respeta las “normas” de los papás: por educación pueden callarse muchas cosas, pero si estás visitando a su bebé, se supone que tenéis un mínimo de confianza. Respeta y observa sus reacciones.
Procura no hablar demasiado alto, ni tomar al bebé en brazos a no ser que los papás te inviten a ello.
Por cierto: los consejos en estos días son un arma de doble filo. Tú los darás con todo el cariño, pero seguro que la mamá ha recibido un millón de recomendaciones y más de una, contradictoria.
No alimentes su frustración y muérdete la lengua hasta que te pregunten directamente; si te necesitan, lo harán pronto.
Sobre todo ¡disfrutad del nuevo bebé!
Los primeros días de un bebé son un torbellino de emociones para todos los implicados, pero la mayoría son maravillosas.
Si es el primer bebé, habrá un montón de sensaciones nuevas por descubrir. ¡Preparaos para esta nueva y fascinante experiencia!
Y si tenéis alguna duda sobra lactancia, porteo, pañales de tela o masaje infantil, podéis contactarme sin ningún compromiso.
¡Enhorabuena por vuestro nuevo bebé!
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