Si estás embarazada, probablemente te habrás planteado portear a tu futuro bebé, pero seguro que tienes dudas. Todas hemos tenido miedo de “si está bien” portear a un recién nacido, “si es peligroso” para el bebé, si mi bebé “se va a acostumbrar” o “cómo voy a portear” a mi bebé.
Complementado la charla que tuvimos en la tienda física Granujas de Valencia, te muestro algunas razones por las que deberías portear a tu recién nacido y unas ideas para que lo hagas correctamente.
Necesidades del recién nacido
Los seres humanos somos “mamíferos porteadores”. No tenemos crías autosuficientes que se ponen en pie y salen trotando nada más nacer ni solemos tener muchos cachorros en una sola camada que se dan calor entre sí.
Pero nuestros pequeños sí están preparados para sobrevivir en su hábitat natural: el cuerpo de su madre.
Un bebé humano recién nacido es capaz de arrastrarse sobre el cuerpo de su madre y localizar su fuente de alimento. El cuerpo de su madre le proporciona alimento, calor, cobijo…
Tal como explica Nills Bergman, madre y bebé están biológicamente programados para establecer un vínculo biológico y afectivo mutuo.
Por tanto, el porteo es un factor beneficioso para el desarrollo biológico y afectivo de un bebé recién nacido y un modo maravilloso de conectar con tu bebé.
Necesidades del adulto porteador
La sociedad actual nos marca un ritmo diario muy complicado de simultanear con los ritmos de un bebé recién nacido.
Por eso, muchas familias se plantean portear a un recién nacido por simple y llana necesidad de tener las manos libres, más allá del vínculo afectivo.
A las asesoras de porteo nos dicen, con frecuencia, que no quieren usar portabebés porque portear a un bebé ser perjudicial para el adulto porteador, porque se puede hacer daño en la espalda, por ejemplo.
El planteamiento que debes hacerte es justamente el contrario; mientras tu bebé lo demande, lo vas a llevar en brazos, puede que no todo el tiempo, pero sí todos los días en algún momento. Y no va a ser solo durante el primer año o mientras no camine: un niño de 3 años va a pedir que le “aupes” alguna vez.
A) Seguridad y ergonomía: la importancia de la posición
Cuando porteamos a un bebé (y especialmente a un recién nacido) el objetivo es respetar su posición natura y además es imprescindible tener en cuenta tres precauciones básicas:
- Vías respiratorias despejadas. Un bebé recién nacido (o prematuro o con bajo tono muscular) no tiene la fuerza suficiente para manifestar si tiene dificultades para respirar. Por eso hemos de asegurarnos de que no tenga el mentón sobre el pecho (lo que cerraría las vías respiratorias), que la tela del portabebés no cubran su cara y que su rostro no esté completamente presionado contra el cuerpo del porteador.
- Posición del bebé porteado. Seguro que has oído hablar de la posición ranita, cuando las piernas del bebé forman una “M” en la que sus rodillas serían las puntas superiores de la M.
Pero hay que tener cuidado al portear a un bebé recién nacido; la apertura de piernas de un bebé pequeño puede no llegar a “dibujar” esa “M”, sino que será más bien como si se posara sobre el cuerpo del porteador.
Nunca debe forzarse esa apertura, sino adaptarse al tamaño del bebé porteado, que posiblemente no abrirá mucho las piernas e incluso mantendrá los pies juntos.
Además, el bebé debe ir colocado sobre el adulto a una altura suficiente para poder besarle la cabecita, pero no golpearle con nuestra barbilla. - Colocación de la espalda. La posición natural de un recién nacido es con la espalda curvada, en forma de “C”. Así es como debe quedar al colocarlo en un portabebé en posición vertical. Mantener su posición natural es primordial para respetar su desarrollo, un bebé no necesita que lo “estiren” para estar más cómodo. Tampoco debe quedar aplastado por el portabebé ni tan holgado que pueda escurrirse dentro del bebé adoptando posiciones peligrosas que no puede corregir por sí mismo. Visualiza su columna en tu mente y procura que todas sus vértebras queden una sobre otra.
B) Tipos de portabebés para un recién nacido
Como hemos visto, lo más importante es que el portabebés se adapte a la fisiología del bebé, que realmente sea adecuado para portear a un recién nacido.
Por ello, es preferible descartar portabebés más rígidos o preformados, que serán adecuados para etapas posteriores del bebé.
- Fular: es un pañuelo de al menos 3,60m de largo y unos 70 cm de ancho con el que se “anuda” al bebé sobre el cuerpo del porteador. Es el portabebés más versátil, pero requiere de un proceso de aprendizaje para utilizarlo correctamente. (Te doy algunos trucos para quitarle el miedo al fular AQUÍ).
Con un poco de práctica, es realmente útil y cómodo y puede usarse sin problema desde el primer día de vida de tu bebé.
- Bandolera de anillas: es un rectángulo de tela con dos anillas en uno de sus extremos que sirven como método de ajuste de la tela. Es un portabebés que también se ajusta por completo a la fisiología del recién nacido, ajustando la tela correctamente.
Es sencilla, cómoda y rápida de usar (una vez aprendido cómo ajustar la tela adecuadamente) para porteo de un recién nacido, al que podemos colocar en posición vertical u horizontal, lo cual es de gran ayuda para la lactancia.
- Camiseta de embarazo, porteo y lactancia. Este es un producto relativamente nuevo, se trata de una camiseta que ya puede usarse durante el embarazo (como refuerzo para la espalda y sujeción para la barriga), para portear a un recién nacido desde el primer día y hacer piel con piel y como camiseta de lactancia.
Como es un concepto un poco diferente, te lo explico mejor con un vídeo en el que verás todas las opciones de este invento tan ingenioso. Eso sí, para bebés con un poco más de peso, es mejor elegir otro portabebé. En el vídeo te muestro la camiseta Quokkababy.
- Mochilas portabebé. Las mochilas tienen la gran ventaja de ser muy sencillas de utilizar, pero hay que tener un poco de cuidado al elegirlas para portear a un recién nacido. Aunque muchas de ellas afirman poder usarse desde el nacimiento, tantas costuras, acolchados y accesorios complican bastante el requisito principal de respetar la fisiología del bebé recién nacido.
Aunque nunca van a ser tan suaves como un fular o una bandolera, hay algunos modelos que podrías usar a partir de los 4kg, como la Emei Baby para recién nacidos, cuyo panel se ajusta mediante anillas (como las de las bandoleras). Te muestro su uso en uno de mis vídeos favoritos <3 con una bebé de verdad que se quedó dormida a los dos minutos de colocarla en la mochila.
En definitiva, portear a un recién nacido es beneficioso para el propio bebé y también para el adulto porteador, pero hay que hacerlo del modo correcto y manteniendo unas precauciones básicas.
Puedes ver mi selección de portabebés para recién nacido y aprender a utilizarlos en mi canal de YouTube. Pero si necesitas una asesoría personalizada, solo tienes que contactar conmigo para concertar cita.
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